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Con el regreso de los dos turismos de mi escuadrilla llegaron  der,  pero  casi  corriendo  y  bastante  nervioso.  Un  plato  en
        nuevas y fatídicas noticias. En Gerona reinaba el caos produ-  caída arrastró a otro y a otros más; pringando su blanco uni-
        cido por un intenso bombardeo de las escuadrillas de He-  forme e impecables zapatos y calcetines.
        111  que  poco  antes  sobrevolaron  y  castigaron  fugazmente  (…)
        nuestro simpático y agradable pueblecito. Tuve la impresión  Bien entrada la tarde creí conveniente regresar al aeródromo
        que nuestros esfuerzos resultaron inútiles.      con todo el personal (volante y técnico). En Cassá ya nada
        Ya sin prisa alguna comenzamos a examinar las consecuencias  teníamos que hacer.
        del bombardeo. Verdaderamente el espectáculo era impresio-  Salimos para trasladarnos inmediatamente en los dos coches,
        nante.  El  reguero  de  bombas  arrojadas  no  tenía  un  trazo  pudiendo observar de paso cómo los aterrorizados pueble-
        largo. En total soltaron cuatro, quizá de 200-300 kilogramos,  rinos (mejor dicho, pueblerinas) abordaban la tarea de reunir
        porque a juzgar por las destrucciones causadas no corres-  los  enseres  con  propósitos  de  abandonar  sus  hogares  en
        pondían a las potentísimas bombas de 500 kilogramos, nor-  busca de algún refugio campestre temiendo la repetición del
        malmente utilizadas por los He-111. Indudablemente la “suel-  bombardeo.
        ta” fue efectuada por un solo avión cuya misión específica era  En el aeródromo las tripulaciones se encontraban al pie de
        el bombardeo de Cassá.                           los bien camuflados aviones internados en la arboleda de uno
        Entre  los  espacios  de  las  explosiones  mediaban  unos  cin-  de los límites de la pista. Mi substituto permanecía en la cabi-
        cuenta metros, particularidad que sirvió (con mucha suerte)  na  se  su  aparato  en  constante  escucha  de  la  emisora  de
        para que nuestra residencia se salvara de ser destruida, aun-  Figueras.
        que sí bastante afectada por la metralla y las ondas de expan-  Comentamos lo ocurrido con lamentaciones impotentes que
        sión que resquebrajaron los muros y desmantelaron puertas,  nada  pueden  hacer  por  estar  sometidos  a  una  terminante
        ventanas y tejado. El mobiliario del interior quedó revuelto y  orden.                                                PLECS
        semidestrozado. Una opaca armadura de hierro que adorna-  Interiormente celebré que no se hubiese producido un acto
        ba el salón rodó por el suelo quedando desarticulada y mal-  de indisciplina, pues a buen seguro el enemigo hubiera descu-
        trecha.                                          bierto nuestro refugio.
        Al  penetrar en  el  comedor vimos con  asombro a nuestro  ¿Por qué no decir que el bombardeo de Cassá de la Selva
        cocinero ordenando sus utensilios con cara algo demacrada;  aumentó  mis  preocupaciones  nacidas  cuando  todavía  nos
        pero con cierta serenidad como si allí no hubiera sucedido  encontrábamos en el aeródromo de Cardadeu?
        nada. Relató su caso empleando expresiones catalanas aliña-  -¡Sí!  Este  ataque  sufrido  en  Cassá  está  relacionada  con  el
        das con fugaces observaciones respecto a su persona.  padecido en Llinás del Vallés. ¡No tengo la menor duda! – me
        -Desde hace media hora prácticamente no salgo del corral  decía, hilvanando los hechos y ratificando mis pensamientos.
        –decía enfadado.                                 (…)
        -¿Y ustedes qué tal andan? –preguntaba con insistencia bus-  Al  ser  bombardeado el pueblo  de  Cassá pude  ratificar sin
        cando aliados.                                   temor  a  equivocarme  que,  efectivamente,  había  un  agente
        El que más y el que menos guardaba cauto silencio procuran-  que nos vigilaba estrechamente con propósito de aniquilar-
        do no desquiciar las cosas.                      nos a través de sucesivos e inesperados bombardeos.
        Cuando oyó la voz de alarma se encontraba por el camino  La  operación  de  Cassá  era  extremadamente  inteligente  y
        que mediaba entre la cocina y el comedor transportando con  podía haber arrojado unos resultados fantásticos a favor del
        los brazos un rosario de platos llenos de viandas. En aquel  enemigo.
        momento quedóse paralizado sin saber qué hacer. ¿Regresar  ¡Qué magnífica oportunidad se presentó en este pueblecito
        a la cocina o continuar hacia el comedor? Decidió retroce-  cuando además de nosotros había concentrados un nutrido

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