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do los últimos palmos de terreno operacional. Ya lo dijo tar una intensa concentración de aviones, nuestro escalón de
Rodríguez en aquella ocasión mencionando a Figueras como “Chatos” y “Delfines” habíamos de permanecer en Cassá
punto final de la escalada hacia los Pirineos. hasta el último momento.
-En estos momentos lo más importante es no ser detectados (…) recibí una orden advirtiéndome que mantuviera en per-
por el adversario advirtió Mora, pensando, quizá, en la funes- manente disposición de vuelo los cinco aviones con objeto
ta sorpresa de Caspe. de trasladarme a Menorca y de allí sucesivamente a Valencia.
Si el enemigo nos sorprendiera aquí y consiguiera aniquilar El día y la hora del despegue todavía no había sido designado
nuestros aparatos dejaríamos de volar por mucho tiempo, con precisión.
porque las reservas están extinguidas y la frontera se encuen- El día 27 de enero los “Chatos” de Rodríguez fueron trasla-
tra cerrada dijo Rodríguez ampliando pensamiento de Mora. dados a Figueras y, de tal modo, quedamos solos en Cassá en
-Creo que lo mejor que podemos hacer para evitar sorpre- espera de la orden mencionada.
sas es mantener sobre nuestro ámbito una patrulla en per- En días sucesivos mi impaciencia aumentó por cada hora
manente guardia tercié, con ánimo de diluir ideas pesimistas. transcurrida sin alcanzar a comprender este injustificado
-¡Siempre que podamos! exclamó Rodríguez reservándose retraso que a nada conducía.
pensamientos ocultos. De hoy en adelante la intensidad de Periódicamente mantenía contacto por radio con el estado
nuestras tareas serán multiplicadas. mayor del grupo 28, instalado en el aeródromo de Figueras;
¡Pues, adelante! pero nada me comunicaban con respecto a nuestra futura
En el transcurso de aquella jornada efectuamos cuatro servi- misión.
cios al difuminado frente catalán, acosando a las tropas de tie- ¿Cómo no inquietarse durante la absurda espera si ya cami-
rra que cubriendo etapas premeditadas avanzaban con incon- naban apresuradamente por las carreteras las más impacien-
tenible ímpetu por toda la provincia de Barcelona. Casi podía tes unidades del ejército de tierra? PLECS
calcularse en qué lugares aparecería el enemigo al día siguien- A las doce y media del día 1 de febrero arribó a mi puesto
te. El retroceso era descomunal. de mando un coche ligero procedente de Figueras transpor-
Un día de finales de enero tuvimos que interrumpir la comi- tando al jefe de estado mayor de nuestro grupo, comandan-
da debido a una persistente alarma transmitida desde San te Allende o, mejor dicho, ya teniente coronel, de acuerdo
Feliú de Guixols. con la disposición de Hidalgo de Cisneros.
¡Alarma! A la altura de San Feliú aparece la silueta de un Sin preámbulos y con rápidas palabras me transmitió la orden
barco de guerra. de despegar y trasladar los cinco aviones a Figueras a partir
El día era soleado, tibio y sin bruma. Una magnífica visibilidad de las tres de la tarde.
permitía otear el lejano horizonte desde la vertical de nues- -¿Ha sido abandonada la idea de trasladarnos a Menorca? -
tro aeródromo. Inmediatamente después del despegue me pregunté algo sorprendido al escuchar aquella determina-
dirigí a San Feliú ganando altura hasta alcanzar los 3.000 ción.
metros. Efectivamente -contestó Allende-, según informes recibidos a
(…) última hora la situación en la isla no es adecuada para esta
Por nuestra parte continuábamos actuando sobre todo aque- clase de operaciones. Allí las cosas andan algo alteradas y casi
llo que podría ser defendido o atacado. con seguridad podrías caer en manos del enemigo.
Llegó el día cuando se impuso la necesidad de abandonar -¡Atiza! Pues, entonces, después de comer despegaremos
Cassá de la Selva, a causa de la proximidad del enemigo. hacia Figueras.
Teniendo en cuenta el repliegue de todas las escuadrillas de -No te descuides, porque pueden surgir sorpresas con las
caza hacia los aeródromos de Figueras y Vilajuiga y para evi- vanguardias motorizadas.
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